La Dependencia Tecnológica y Seguridad Nacional De México

La Dependencia Tecnológica y Seguridad Nacional De México
febrero 15, 2022 - by Geopolítica, Política Exterior, Seguridad

Les compartimos la versión transcrita del episodio de #LightningTalkSeries2021 con el Dr. Arturo Ponce Urquiza, catedrático e investigador de la UNAM, quien nos comparte la dependencia tecnológica y sus repercusiones en la seguridad nacional de México.

#LightningTalkSeries2021

J: Bienvenido Doctor a esta edición de Lightning Talk Series 2021 del Instituto para la Democracia y la Innovación (IDI). En esta serie de conversaciones que compartimos con el público que nos sigue, jóvenes estudiantes universitarios, pero también especialistas en el ámbito de la seguridad nacional, seguridad internacional, relaciones internacionales y la geopolítica.

Antes de presentarlo, quisiera comentar brevemente qué es el IDI y por qué estamos realizando esta serie de conversaciones breves. Básicamente el IDI es una plataforma de diálogo construida para invitar a líderes de opinión, especialistas, académicos, algunos funcionarios y tomadores de decisiones a discutir o a conversar, compartir y socializar con la población, sobre todo con académicos y estudiantes, estos temas que pueden ser de gran interés y que deben de ser socializados cada vez más en México, el pensamiento estratégico. Por esta razón estamos invitando hoy al Dr. Arturo Ponce Urquiza, quien es especialista en temas de geopolítica, relaciones internacionales, seguridad nacional e internacional por la UNAM y por instituciones como el CESNAV, entre otras.

Dr.: Agradezco mucho esta amable invitación. Es un gusto estar participando con el IDI, creo que es una iniciativa muy interesante en estos tiempos especiales, ya que la pandemia nos está permitiendo tener esa cercanía con la distancia ya que la web nos permite esta comunicación.

Como profesor universitario en el Centro de Estudios Superiores Navales y recientemente como profesor de tiempo completo en el Instituto Mexicano de Estudios Estratégicos en Seguridad y Defensa Nacional de la Secretaría de la Defensa Nacional, estamos trabajando en cómo vienen todos estos procesos de la innovación tecnológica, es decir, muchos están pensando en que sigue después de la pandemia. Yo creo que eso es importantísimo en términos geopolíticos, pero creo que también debemos poner el acento en ¿qué hacemos ahora? En términos de la seguridad nacional e internacional ¿qué es lo que está pasando ahora? Y lo que está pasando es que pareciera como si el mundo no quisiera ver que estamos metidos en una crisis de diversas tesituras, una crisis que en términos que tu bien manejas de poder nacional, esta parte de entender al poder nacional como la pieza clave del andamiaje de cómo hacer el desarrollo de una nación. Y en cada uno de sus puntos, en la parte política, económica, social, militar, tecnológica de las relaciones internacionales hay un proceso de reconfiguración de los estados, en este mismo momento se está viviendo y ese es una de las situaciones que hay que considerar, ¿cómo va a evolucionar la economía? ¿Cómo están en este momento los procesos tecnológicos afectando los procesos económicos? Como ejemplo: En medio de la crisis económica y sanitaria parece que poco a poco empezamos a ver la luz al final del túnel. En Gran Bretaña no ha habido una muerte, esto es extraordinario y hay que celebrarlo como raza humana que está superando esta crisis.

Finalmente pudieron destrabar un barco que estaba atorado en el canal de Suez, que estaba teniendo un gran impacto para el comercio internacional. Si esto hubiera pasado hace dos o tres años lo veríamos como una cuestión anecdótica y chusca, pero ahorita cuando necesitamos que las cadenas de valor y productivas estén en pleno proceso, es importantísimo que estas estén funcionando.

Recientemente el presidente Biden hizo una cuestión muy interesante de reunir a una serie de naciones, entre esas sus aliados estratégicos en Asía – Pacífico; Australia, Japón, la India. Uno de los temas de este diálogo cuadrilateral fue: “A ver, Japón, Australia e India, junto con los Estados Unidos, ¿qué somos en las cadenas de producción?” E identificaron que son los que mayor valor agregado proveen para la producción de vacunas y junto con la producción de vacunas de insumos tan básicos como una jeringa, la aguja, los elementos que permiten poder llevar a buen término que la gente se esté inoculando. En ese diálogo cuadrilateral empezamos a ver también esta situación de qué va a pasar al mundo en términos de seguridad cuando tenemos a los chinos a la avanzada, y estoy es muy importante, en medio de la pandemia, China no redujo su capacidad de producción, siguió avanzando ese proceso de innovación tecnológica, ese proceso de introducir la mayor cantidad de esos productos al comercio internacional, asegurar mercados, y eso es un valor de alto grado que ellos están teniendo y que a los Estados Unidos hoy le está preocupando. No es en balde ese diálogo cuadrilateral de seguridad, precisamente para ver hacia dónde va el derrotero en términos de la seguridad internacional. Y de eso podemos hablar además también de las condiciones de mejorar las capacidades propias que debe tener el ciberespacio en estos días, hoy ese es otro valor agregado que hay que tener muy en cuenta porque prácticamente una buena cantidad de nuestra vida la estamos pasando a través de esta interacción que tenemos vía web, y los impactos que esto pueda tener. Además, está el e-commerce, el e-government, que todos estos elementos pareciera que se estaban volviendo como rutinarios y a final de cuentas ya no son tan rutinarios, sino tienen una escala de valor dentro de la seguridad nacional, internacional y obviamente el cómo están modificando nuestra forma de actuación, nuestra forma de convivencia y nuestra forma de vernos como sociedad en un futuro. Hoy creo que ese es uno de los grandes retos que tenemos: ¿cómo tenemos ahora que prepararnos, hacia a dónde iremos?

Recientemente yo estaba escuchando que hay la preocupación de si estamos ya en la cuarta o la quinta revolución tecnológica. Creo que ya no debemos preocuparnos por eso, creo que la pandemia ya nos ubicó en la quinta revolución tecnológica, si esta pareciera que ese traslado, ese paso iba a ser paulatino en los próximos años, yo creo que ya no, ya se llegó a ese proceso.

J: Claro, y algo que me parece muy importante, Doctor, de lo que acaba usted de comentar. Es que cada vez vemos que, en los ámbitos tecnológicos, lo que se llaman las actividades de investigación y desarrollo, se han vuelto claves, sobre todo en esta era. Lo acabamos de ver precisamente en el contexto de la pandemia, esta carrera por generar las vacunas. Y, por ejemplo, en el caso de México, y quisiera traer a la luz sobre todo a nuestro país, porque lo vimos de manera muy clara el año pasado, antes de hablar del tema de las vacunas, cuando se hablaba del tema de los ventiladores o respiradores artificiales, que era necesario distribuir en los hospitales, precisamente para la capacidad que iban a tener para atender a los enfermos de COVID-19, sobre todo a los enfermos graves. Y algo de lo que yo creo muy poco se hablo, pero si se llegó a mencionar, incluso en las mañaneras y en las noticias, fue que México no era autosuficiente para manufacturar de manera completa estos ventiladores, porque habían, hablando precisamente de las cadenas globales de valor, piezas estratégicas para estos productos finales que venían precisamente de las cadenas de manufactura provenientes de países asiáticos, que son quienes terminaban de hacer piezas específicas. Y eso nos demostró cómo, por ejemplo, cuando se frena el comercio internacional, cuando se ven afectadas las cadenas de valor en este sentido y que debido a la pandemia se paró la producción en diferentes industrias, nos afectó para poder construir. Y eso derivó en que de manera emergente el CONACYT junto con otras instituciones como SEDENA, SEMAR y Centros de Investigación y Desarrollo Tecnológico con los que cuenta México en estados clave, comenzaron esta carrera por desarrollar esas piezas, por adquirir incluso el licenciamiento y patentes para poder construirlas. Este fue un caso y después lo vimos con el tema de las vacunas, ya que se está tratando de desarrollar la vacuna mexicana.

Aquí me cabe hacer una pregunta ¿cuál es la relación, doctor, precisamente entre seguridad nacional, hablando de México, y el desarrollo tecnológico? en un contexto en que también, por las emergencias que hay que atender a nivel estado, la reorientación del presupuesto, pues parece que no se está atendiendo como antes o como se venía hablando, la inversión en desarrollo tecnológico para el país.

Dr.: Te voy a hacer una descripción histórica de esto a partir de un personaje que he estudiado por varios años, es el principal geopolítico estadounidense, Alfred Thayer Mahan, quien hace una identificación muy interesante y se lo dice a los gobiernos estadounidenses, sobre todo a dos con los que él compartía mucha amistad, los presidentes McKinley y Roosevelt, a quienes les hizo un énfasis muy fuerte: sin innovación tecnológica Estados Unidos no puede ser una potencia. Es decir, si no renovamos los barcos, las unidades de superficie y las volvemos eminentemente de acero, no vamos a poder competir con la potencia llamada Gran Bretaña. Se dieron a la tarea, y ve lo que son hoy los Estados Unidos. Y si hay algo que podamos hacer como una referencia del poder militar de los Estados Unidos, si está en sus tanques, en sus aviones, en su capacidad también de ciberespacio, pero el ver estos colosos que surcan el mar o andan por dentro, es decir los submarinos, ese si es un asunto de innovación tecnológica. Y precisamente si a algo se han abocado es que los Estados Unidos identificaron en estos años una situación que les estaba preocupando y que tiene que ver con esta cuestión de la innovación tecnológica. Ellos se percataron de que sus jóvenes ya no querían estudiar maestrías o doctorados en los Estados Unidos, iban a Europa o a China.  Y en esa tarea se quedó la administración del presidente Trump y lo está retomando con mayor ciencia el presidente Biden. Yo creo que van por ahí.

En ese sentido creo que el mundo está identificando la importancia de que la ciencia y la innovación tecnológica es una parte más de las cadenas de valor. Y pareciera que quisiéramos verlo desde México como que es una parte aislada. Eso déjenselo a los académicos y a los institutos de investigación.

Y aquí quisiera hacer una acotación. Pareciera que en este país nada más pueden hacer ciencia las universidades públicas, mira, yo soy educado en una universidad pública y que bueno que tengamos todos los insumos para poder hacerlo, pero también soy catedrático en universidades privadas, y con grata sorpresa cada vez veo como en las universidades privadas también le entran a la cuestión de la innovación. Y es que precisamente en países europeos o países como los Estados Unidos hay una combinación muy fuerte de tres elementos, lo público, lo gubernamental y lo privado, y aquí creo que todavía ese engranaje no lo tenemos, por un lado, va lo público, por otro lo gubernamental y por otro lo privado. Ese es un gran error, y como dirían los españoles, nos “pilló” la pandemia en esa circunstancia, en la que cada uno está viendo por su lado. Y tú lo decías muy atinadamente Jonathan, el CONACYT se comprometió a entregar respiradores en tiempo y forma para cubrir la necesidad que tuvimos que ir a comprar a China de manera irónica, y es fecha que no se han entregado gran cosa de estos ventiladores.

Creo que la pandemia está además identificando los grandes problemas. Si teníamos algún retraso en materia de innovación tecnológica y científica con las anteriores administraciones, en esta administración se acentuó todavía más, porque no se permitieron dar la capacidad de generar los recursos económicos al momento y ante las necesidades, me explico, cualquier otro gobierno hubiera dicho:

  • “A ver, ¿qué sí tenemos y qué no tenemos?
  • Pues no tenemos los laboratorios suficientes para poder hacer las vacunas
  • ¿Quién los tiene?
  • Las farmacéuticas
  • ¿Los mejores científicos de esas farmacéuticas nos pueden ayudar, junto con la colaboración de CONACYT, la parte gubernamental y las universidades públicas y privadas?
  • Si
  • Perfecto, pónganse a trabajar y generen una vacuna, ventiladores y medicamentos que se necesitan para poder controlar una pandemia

Hoy 29 de marzo, yo no he escuchado por parte del Gobierno Federal algo así, que me diga que hay una certidumbre que en los próximos años tendremos una variedad de vacunas, de fármacos. Y estamos viendo que Estados Unidos se puede dar el lujo de decir: “La vacuna de Astra Zeneca la seguiré produciendo, pero la voy a tener bajo resguardo, por si la necesito. Porque ahorita yo estoy inoculando a mi población con la vacuna de Johnson and Johnson y la de Moderna esencialmente”, y lo están haciendo de una manera maravillosa. México necesita por esta situación que se le proporcione una cantidad muy fuerte de vacunas, estamos recibiendo precisamente las de Astra Zeneca, que serán tomadas en cuenta a partir del compromiso que se generó con esta empresa, y está muy bien. Pero el asunto es que México ha tenido que ir a buscar a los Estados Unidos, a Gran Bretaña, a China, a la Federación Rusa a buscar vacunas porque no teníamos. Y aquí esa parte de la seguridad internacional nos pegó con una declaración, y no quiero a lo mejor exagerar, pero no se si te acuerdas, Jonathan, que prácticamente cuando se da el aviso de que lo que era inminente y que se tarda la OMS, por cierto, en darlo. Nos dice el director general, el doctor Tedros: “acostumbrémonos porque esto va a durar por lo menos 5 años para que haya vacuna“. Me quedó muy claro ese anuncio, y a las pocas semanas salen empresas como las que hemos comentado y dicen: “no señor, en este año tenemos vacuna”, y la apuesta fue fenomenal. Los esfuerzos de investigación científica, mis respetos para las universidades, para esos estados y sus gobiernos que se comprometieron a sacar una vacuna que estuviera lista entre septiembre y octubre del año pasado, y así lo hicieron. Y hoy, gracias a esa innovación tecnológica europea, estadounidense, rusa y china, lograron darle certidumbre a la sociedad global, a los procesos económicos, a las acciones financieras y sobre todo la esperanza de que pronto tendremos todos el acceso a la vacuna.

Yo creo que hoy, en ese sentido, el estado mexicano sí tendría que estar apostando más por la innovación tecnológica, por los apoyos que tiene que haber entre los entes privados, públicos y la acción gubernamental.

El estado para garantizar la seguridad nacional, si no hay una sociedad sana, no puedes gestar ningún tipo de condición de desarrollo nacional.

La administración pasada y la anterior, tanto del presidente Calderón y la del presidente Peña Nieto identificaron claramente que uno de los grandes problemas de la población mexicana era la cuestión de la diabetes. Si ya teníamos ese problema, ahora le vamos a agregar lo que estamos viviendo con la pandemia, que es un asunto muy complejo y que tiene todo un “feedback” de relación entre lo que sucede fuera del entorno mexicano y lo que está pasando al interior en la falta de la construcción de una propia tecnología e innovación nacional para su propio disfrute.

J: Claro. Y para ir cerrando ya en este último bloque, mi estimado doctor, podríamos hablar precisamente de que la dependencia tecnológica, ya hablando en este contexto de estas coyunturas y que no es más que precisamente depender de desarrollos tecnológicos, pero que hoy en día también tiene que ver mucho con la capacidad de tomar decisiones en materia tecnológica cuando se presentan emergencias como las que acabamos de comentar. Hablando ya a niveles estratégicos, países como México, que no hay que ser bastante sabios para conocer que siempre ha perdurado una condición de dependencia del exterior en diferentes ámbitos, pero que, si trajéramos a colación de alguna manera, por así decirlo, esta teoría de la “interdependencia” en donde, por ejemplo, somos interdependientes con los Estados Unidos o que tenemos cierto margen de maniobra con otros países para manejar nuestros diferentes rubros de dependencia. En el caso de la dependencia tecnológica, sería clave una adecuada gestión de esta dependencia, manejándola o maniobrando precisamente, y en algún momento haciendo esta comparación con el tema energético, así como la matriz energética tiene que estar diversificada, para un país como México, su dependencia tecnológica o de dónde adquirimos tecnología, ¿debería estar diversificada?

Dr.: Fíjate que acabas de decir algo bien interesante, Jonathan, y que valdría incluso hasta estudios doctorales, te voy a decir por qué. Pareciera que al estado mexicano le toma mucho el asumir decisiones clave para ejercer políticas de estado. A México le cuesta trabajo porque estuvimos acostumbrados en la época de la Guerra Fría a un partido único que, pues si, brincaba de un presidente a otro, ahí había política de estado porque era la política de un solo gobierno. Pero cuando entramos a la alternancia, como que hubo cierta reticencia. Eso no quiere decir que no se mantuvo cierto orden, se mantuvo el proceso de la generación democrática, de generación de instituciones, pero para cuestiones tan profundas que tienen que ver con la ciencia y la tecnología, ahí si no pudimos dar el salto. Mejoramos la democracia, las condiciones comerciales, las condiciones financieras, pero las condiciones tecnológicas nos costaron mucho por lo que tu acabas de decir. Nos metimos en el tren de que estamos dentro del TLCAN o en Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea y esos insumos nos están llegando. Y yo creo que lo que no vimos, un ejemplo, pensemos en lo que era España previo a la comunidad económica europea y lo que hoy es España al interior de la Unión Europea, a lo mejor no es una potencia global, pero hoy España está haciendo su propio proceso para generar su propia vacuna, y lo que es más interesante, hacer una especie de gotas en la nariz para vaya directamente al sistema pulmonar y la persona quede inmunizada a un 97% o 98%. Eso habla de que en España se llevaron a cabo las debidas políticas de estado para conjuntar los esfuerzos en aras de lo que a mi me está faltando como Estado. Lo podía proveer Francia o Alemania y en su momento Gran Bretaña antes del Brexit, pero España tomó la decisión clave, asumirse como una potencia. Y esa es otra mentalidad. Cuando yo me asumo como potencia dentro de ese rol llamado Unión Europea busco todos estos mecanismos para poder ejercer como tal. Yo te pregunto Jonathan: ¿México asume el rol como potencia?, pues no. Somos la potencia buena onda, en términos diplomáticos, que tiene la última palabra en el contrato concepto latinoamericano. Pues ya no eh, no necesariamente, eso quedó hace algunos años. Hoy México se ve con serios problemas para seguir asumiendo ese liderazgo. Y México podría tener un mayor liderazgo si ejerciera debidamente un presupuesto para la innovación tecnológica, que desafortunadamente no tenemos, no tenemos dirigentes para esa característica y mucho menos políticas de estado que vayan en el proceso de la innovación tecnológica.

Si ahorita se pusieran a trabajar en ese sentido con los apoyos desde los Estados Unidos, Canadá, los apoyos al interior de Europa y qué decir de los apoyos en el marco de APEC. Yo creo que México pudiera tener un mejor destino, en los próximos 10 a 15 años. Pero la experiencia de la pandemia nos tiene que obligar a pensar en eso: políticas de estado en este tipo de circunstancias.