marzo 24, 2022 - by Redacción Ciberseguridad, Seguridad

Operación Estratégica.

Una forma de que las naciones prosperen y se desarrollen es mediante el potencial de los avances científicos y las innovaciones tecnológicas, por ello, desde el nacimiento de los Estados como los conocemos hoy en día, es decir, en entidades aglutinadoras de la realidad nacional y organizadoras del Poder Nacional para sobrevivir e interrelacionarse en el concierto de las naciones, la inversión y el desarrollo tecnológico han sido un factor clave.

Hoy en día, tenemos claros ejemplos de cómo países que denominamos desarrollados, lo son precisamente por su capacidad de generar condiciones de vida no solo satisfactorias sino avanzadas, para ello ha sido necesario invertir durante años en preparar el talento que trabaje en los distintos ámbitos de las ciencias y sus aplicaciones prácticas para solucionar problemas de sus sociedades o mejorar las capacidades para defenderse de riesgos y amenazas, tanto internas como externas.

Parafraseando lo que alguna vez dijo un Secretario de Estado de los Estados Unidos de América, “la seguridad es desarrollo y sin desarrollo no hay seguridad, ya que un país subdesarrollado y que no se desarrolla, jamás alcanzará nivel alguno de seguridad por la sencilla razón de que no puede despojar a sus ciudadanos de su naturaleza humana. Es un aspecto complejo de la política de las naciones que va más allá de la preparación de las fuerzas militares para el combate“ (Vega, 2002).

Por esta razón, podemos hablar de que la Seguridad Nacional se encuentra íntimamente ligada al poder tecnológico de un país, es decir, a las capacidades tecnológicas con las que cuenta y a los riesgos o amenazas que en este campo resienta derivado de diversas características propias del desarrollo de su población y la calidad de sus gobiernos.

Por ejemplo, México es un país en proceso de desarrollo, un exportador líder a nivel mundial de productos de mediana y alta tecnología, su base industrial es una de las más importantes internacionalmente. Sin embargo, hay repercusiones a su Seguridad Nacional generadas por la dependencia tecnológica externa con países y empresas transnacionales en sus cadenas de suministro, en sus industrias como las de tecnología de punta en fabricación de componentes electrónicos, automotriz, aeroespacial y que más empleos dignos y bien remunerados generan en el país, estas industrias son las que denominamos como industrias de manufactura avanzada, por la complejidad de sus procesos y la utilización de nuevas tecnologías emergentes en estos.

Esta situación de dependencia tecnológica y la vulnerabilidad de las cadenas de suministro de uno de los componentes más importantes y estratégicos de la economía mexicana, constituyen antagonismos, es decir, obstáculos a lograr los Objetivos Nacionales plasmados en la Constitución y en el Plan Nacional de Desarrollo y que impactan en los diferentes campos del Poder Nacional del Estado mexicano, de esta manera, deterioran las capacidades económicas y tecnológicas que son fundamentales para el Desarrollo Nacional que aspiramos tener.

Si entendemos que la Seguridad Nacional es una “condición necesaria que proporciona el Estado para garantizar la prevalencia de su integridad territorial, independencia, soberanía, estado de derecho, su estabilidad política, social y económica y la consecución de sus Objetivos Nacionales“ (CODENAL-CESNAV, 2018), los problemas que afectan a esta condición general, constituyen riesgos y amenazas a nuestra Seguridad Nacional. Por lo que es posible estimar sus efectos o repercusiones que afectan al país en su conjunto, este es el caso de la dependencia tecnológica del exterior en las cadenas de suministro, una vulnerabilidad en la que nos encontramos y que se ha manifestado por los efectos de factores externos de caracter geopolítico, competencia comercial y ahora la guerra en otros puntos geográficos del mundo.

¿Pero a qué nos referimos cuando hablamos del tipo de dependencia tecnológica en un sentido de seguridad nacional? Primero, tenemos que comprender que la dependencia tecnológica del exterior es una situación producida por el bajo nivel de desarrollo tecnológico de un país (Ramírez S. M., 2004), que conlleva a depender de agentes o países externos en materia de tecnologías, en las actividades económicas pero también pueden ser en actividades de seguridad y defensa, mismas que se realizan con el uso de las tecnologías digitales y emergentes como elemento crítico para controlar el mundo físico, mediante la sincronización de equipos, procesos y personas, como en actividades se seguridad pública, seguridad interior, ciberseguridad, protección financiera, defensa, etc.

La dependencia tecnológica de México en estas actividades estratégicas para el Desarrollo Nacional es una situación que impacta directamente y de manera inmediata en el crecimiento o estancamiento de los empleos de alta productividad, en la capacidad de innovación, en el incremento de los déficits comerciales y afecta negativamente el crecimiento económico sustentable (Muro, 2015).

La situación de dependencia tecnológica de México hacia el extranjero, en distintos sectores y actividades, está generando repercusiones a nuestra Seguridad Nacional, ya que las características que conforman este tipo de dependencia, sumadas a la ubicación geopolítica y geoestratégica de México en la región de América del Norte y con acceso a las dos cuencas comerciales oceánicas más importantes en la actualidad a nivel global, impactan significativamente en las capacidades actuales y potenciales de México, como por ejemplo, en las condiciones socioeconómicas del país, dificultando también el margen de autonomía en la toma de decisiones soberanas en materia tecnológica, tal y como nos lo ha demostrado la limitada capacidad tecnológica para desarrollar vacunas contra la Covid-19 o manufacturar componentes tecnológicos finales para la fabricación de ventiladores y tecnologías respiratorias para hospitales a un nivel de emergencia nacional a inicios de la pandemia, por lo que México tuvo que solicitar ayuda internacional o comprar dichos productos a otros países.

Como conclusión, lo anterior nos muestra que es indispensable gestionar adecuadamente los niveles de riesgo que representa la dependencia tecnológica del exterior en cadenas de suministro estratégicas para el desarrollo y la economía nacionales, son temas pendientes y urgentes a nivel estratégico para evitar mayores afectaciones en el bienestar general de la población mexicana en el futuro inmediato y de largo plazo, a fin de garantizar la soberanía y el Desarrollo Nacional.

Nivel operacional: Recomiendo seguir la transmisión online del evento “Relaciones Internacionales, diplomacia e Inteligencia Artificial“ a través de las redes sociales de la organización C-minds en colaboración con la Agencia de Cooperación Internacional de Alemania GIZ y la Secretaría de Relaciones Exteriores del Gobierno de México. Más información puede ser consultada en el link: https://www.eventbrite.com.mx/e/relaciones-internacionales-diplomacia-e-ia-tickets-260733590187